El artista chileno, Leonardo Sepúlveda, afincado en la ciudad de Linares, dentro la región de Maule, es uno de los más interesantes exponentes actuales de la pintura folclórica de su país. Definido a sí mismo como un “artista visual de la cultura popular chilena”, Sepúlveda nos acerca, a través de sus cuadros, a las tradiciones y costumbres de su nación, plagada de escenas campesinas, íntimas, coloquiales y llenas de secretos al mismo tiempo. Aún resuena entre sus dibujos el resultado del mestizaje entre los elementos europeos y los elementos indígenas del período histórico chileno de La Colonia.
Licenciado en Bellas Artes con mención en pintura por la Universidad de Concepción en 1999, compagina en la actualidad su labor como pintor con la de profesor en diversos talleres que acercan el interés por el arte pictórico a su población. Por lo tanto, y dedicado a tiempo completo a su vocación, Sepúlveda ha materializado un estilo propio muy característico que permite distinguir fácilmente su obra a través de la singularidad de su dibujo y, particularmente, en la utilización viva, casi fauvista, desenfadada y festiva del color.
Con un estilo figurativo-expresivo y adscrito a la técnica de acrílico sobre lienzo, Leonardo Sepúlveda nos transmite la alegría y la nostalgia de su cultura, donde todo queda envuelto por una especie de encantamiento rural. En la temática de su obra abundan las escenas sencillas y populares, donde el cultivo de la tierra, el cuidado de los animales e incluso el remanso que sucede a la fatiga deja sus propios paréntesis para la música y la fiesta sosegada del amor.
Los paisajes vitivinícolas propios de Chile junto a los humildes personajes de su pintura criolla, narran frágiles historias de campo de una manera cálida, divertida y cargada de energía. Sus imágenes, tan repletas de brillo y vida, recuerdan casi a los fotogramas de una animación, todo es pigmentación de ondas atravesando nuestras pupilas pero, en cualquier momento, de entre el color, se van a desprender aromas de naturalezas muertas, balar de ovejas, mugidos de vaca, texturas rugosas de un pezón, acordes de guitarra. Y todo es color. Entre este agreste rayo de luz. Todo es color.
Leonardo Sepúlveda ha participado en numerosas exposiciones, tanto individuales como colectivas, en la ciudad de Linares, Talca o Concepción, así como en la Galería Montecatini de Santiago de Chile, de donde es artista exclusivo. Ha recibido diversas distinciones y logros, entre otros, el primer premio municipal de arte de Linares, y el máximo honor en el V Concurso de pintura Nuestras tradiciones, celebrado en la misma localidad.
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