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En el lienzo, plasmé una silla, su esencia capturada en líneas curvas y formas abstractas. Sobre un cuadrado azul, danzan sus líneas negras, como rayas de cebra en la sabana de la imaginación. Botones amarillos y azules adornan su ser, mientras su sombra abraza el suelo verde. En este universo pintado, la silla es poesía en movimiento.
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