Descubrí la luz en Nueva York en 1952 y, antes de saber hablar, comencé a pintar. Fuera de un periodo formativo en la Escuela Nacional Preparatoria de la Ciudad de México y un
lapsus de tres años en la Escuela de Artes Plásticas de "la Fabrique des Arts" en el sur de Francia, mi formación a sido fundamentalmente autodidacta. Lo cual no necesariamente niega un trabajo intenso y sistemático. El Curso de
dibujo de Charles Bargue y Jean-Léon Gérôme fue parte de este esfuerzo.
Mi conexión con la figura humana me empujó hacia el retrato y éste constituye el factor dominante de mi propuesta.
Ver más información de Jaime G. De Silva