© Todos los derechos reservados
En esta etérea obra, Mercedes Gordo nos invita a explorar un paisaje onírico donde la serenidad del cielo azul se encuentra con la delicada niebla que envuelve las colinas. Las tonalidades suaves de violetas, rosas y marrones generan un contraste armonioso, evocando una atmósfera de calma y reflexión. El agua en el horizonte refleja una luminosidad tenue que acentúa la sensación de profundidad y conexión con la naturaleza.
Esta pieza destaca por su capacidad de transportar al espectador a un espacio imaginario lleno de quietud y belleza introspectiva, haciendo de esta pintura un refugio visual para quienes buscan escapar al mundo de los sueños.
Desde niña quise ser pintora. Es algo maravilloso ser capaz de crear y transformar la materia en una obra de arte , trasmitir mis emociones y conectar con las personas a través de mis obras.
Me inicié en la pintura de una forma realista pero ha ido evolucionando hacia trabajos mas abstractos y expresionistas
Ver más información de Mercedes Gordo Andres