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En ella aparece la pequeña localidad burgalesa de Frías, que en la actualidad no alcanza los 300 habitantes. La belleza de la localidad y el envidiable patrimonio histórico y artístico que atesora la hacen formar parte desde 2014 de la Red de los Pueblos más bonitos de España, lo que sin duda ha contribuido a salvarla del olvido en el que en la actualidad han quedado sumidos tantos pueblos del interior de nuestra piel de toro.
En el cuadro se aprecia parte de su caserío, encaramado peligrosamente a un peñasco, coronado por el Castillo de los Velasco, con su emblemática torre del Homenaje. Bajo esta, asoma entre los tejados la espadaña de la iglesia medieval de San Vitores. A la derecha, las características casas colgadas, construidas con toba y madera sobre el precipicio. En primer plano, un vetusto puente de piedra sobre el río Molinar, por el que transita un burro sobre el que va un padre y un hijo, tal y como plasmó el fotógrafo Francisco Soldevila en una de sus bellas instantáneas.
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