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Una aurora boreal en el cielo estrellado.
HISTORIA O REFLEXIÓN: Este cuadro me lo inspiró una revista de viajes. Siempre he querido ver una aurora boreal, pero para eso tendría que irme a un sitio como Islandia. A lo mejor algún día. También he de reconocer que no se cómo aguantaría el frío de un sitio tan helado pero a veces podemos con más cosas de las que nos pensamos. Es una maravilla lo que la naturaleza tiene para ofrecernos, sólo hay que permanecer con los ojos muy abiertos. Una noche estrellada, una cascada, un volcán en erupción o un bosque salvaje también son impresionantes, aunque sólo lo veamos en documentales. (Mejor ver la naturaleza con tus propios ojos pero a veces no queda otra). No es que yo sea muy aventurera, pero un poco de estas experiencias con la naturaleza no vienen nada, nada mal. Reseteas cuerpo y mente.
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