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Este cuadro moderno representa un paisaje rural con montañas al fondo. El primer plano lo ocupa un campo bastante verde, salpicado de flores y piedras a la izquierda que contrasta con el tono general de este lienzo. En primer plano a la derecha, el ocre rojo de la tierra recuerda la aridez desértica de las montañas del fondo. Puedes ver manchas amarillas, rojas y blancas. El campo está delimitado por un pequeño seto de arbustos.
El cielo es azul y está salpicado de rayas de nubes blancas y de color gris púrpura que dan a la escena un aspecto aireado y pesado al mismo tiempo. No hay árboles y los amarillos ocres del centro horizontal del lienzo dan una impresión de calidez. Dos hileras de arbustos sugeridos por algunas pinceladas comparten la composición.
Al fondo, vemos montañas soleadas de color marrón bañadas de luz, lo que les da un aspecto majestuoso. La luz del sol es intensa y situada a la derecha. Los degradados de colores vivos son bastante numerosos y materializan la rugosidad del paisaje.
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Francia
