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La obra de pintura presenta un árbol alto y majestuoso, cuyas ramas son de un tono azul profundo y sereno. El color azul simboliza el agua de amor y tristeza, evocando emociones complejas. El árbol se alza en un paisaje en el que el cielo y el agua reflejan esos mismos tonos azules. Las ramas del árbol se extienden de manera armoniosa, sugiriendo una sensación de serenidad en medio de las emociones encontradas del amor y la tristeza.
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