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Esta obra es un mar de color turquesa conformado por olas, remolinos, resacas, flujos y contraflujos. Todas estas formas están regidas por secuencias matemáticas de la sucesión o serie de Fibonacci que a su vez conforma remolinos de proporciones áureas. Los diferentes grupos van formando la profundidad conforme a la intensidad de los claros, desde el más cercano hacia los grupos que van formando sucesiones en diferentes planos dispuestos para el observador. Los colores fríos y los tonos oscuros fondeados con base cálida, forman contrastes y transparencias que reflejan muchas fuerzas y enriquecen el carácter de la obra. Tranquilidad y armonía, y al mismo tiempo energía y vitalidad rasgos característicos del mar. La sensación de espacio tridimensional también se determina por los tamaños de los remolinos, donde otros grupos más pequeños van dando la sensación de profundidad. Los tonos oscuros crean una serie de formas que llevan la mirada hacia el fondo de la obra, ahí es donde fluyen los contraflujos que brindan la sensación de anarquía y caos a la obra, pero en realidad esto es parte del todo, es el sentido Taoista de la unidad.
Pintor, dibujante y grabador contemporáneo de tiempo completo. Busca la innovación en materiales nuevos y populares aplicando técnicas tradicionales y experimentales, sobre todo el reencuentro con lo tradicional, con nuestros orígenes.
Ha exhibido su obra a nivel colectivo e individual en prestigiados espacios culturales y galerías de arte .
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