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Óleo sobre tablilla entelada enmarcado en negro. Esta pintura muestra una de las partes que menos suelen enseñarse de un ramo de flores, su agua. Pocas veces se ha visto qué ocurre en el agua de jarro de flores, el gran interés que surge en las hojas moviéndose por el agua, los cambios de profundidad, la curvatura que un tarro de cristal tiene y que hay que representar.
Esta obra es un acercamiento a una nueva forma de observar, mirar hacia lugares donde no suele ir la mirada y ver la belleza en lo común de las cosas.
Graduado en Bellas Artes en el año 2016 por la Univerdidad de Sevilla. He procurado una búsqueda constante de la especialización en el dibujo , la pintura y la ilustración.
Pintar es un oficio complejo, lleno de incertidumbres y momentos difíciles, pero es bello. Buscar lo profundo de las cosas es algo que lleva implícito horas de vuelo, pero todo aquel que ve o compra una obra no solo se lleva un objeto decorativo únicamente, se lleva algo mucho más profundo que eso. Vivencias, búsquedas, aciertos, errores, horas de trabajo...
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