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El jazz tuvo sus inicios en una Nueva Orleáns habitada, entre otros, por esclavos de diferentes orígenes y culturas. Fue precisamente esa mezcla cultural lo que originó este nuevo género musical.
El uso de la síncopa, la insistencia rítmica, la improvisación, junto a timbres instrumentales diferentes, y el desgarro de las voces son algunas de sus características. Louis Armstrong, uno de los pioneros del jazz es una buena muestra de ello.
Todo ello impregnado de una palabra mágica: swing, el alma del JAZZ, han hecho que este estilo de música se haya extendido por toda la faz de la tierra.
El cuadro está realizado con diferentes materiales buscando a través de una aparente improvisación el ritmo y la armonía exigidas por el tema.
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