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Nunca sentí tanta sed de tus labios como cuando sólo puedo soñarlos. Nunca amé tanto el horizonte como cuando los muros cierran mis pasos.
El universo vive en nosotros y halla alas en nuestro pensamiento para conocerse a sí mismo. Somos más nuestras huellas que nosotros mismos, somos polvo con alas que en breve tiempo no obedece al viento, somos seres efímeros y al mismo tiempo casi eternos.
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