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La Reina de las Esfinges mima a sus protegidos, los embalajes a medida, probados y garantizados. Los sujetos variables en emboscada, esperan una mirada distraída que los encuentre por casualidad; un incidente de recorrido involuntario que abra el formato a una nueva visión especulativa de la pintura de la cual forman parte marginalmente. ¿De qué lado está la Reina? ¿Bocados o boca arriba? ¿Qué hace una cabeza de búfalo en vez de los pies? ¿Es sólo una cabeza? Estas preguntas conceptualizan la pintura, marcando un camino inexplorado que conduce a una nueva visión del mismo.
Qué puedo decir! Estoy retirado, así que tengo un pasado lo suficientemente largo donde buscar un título académico, un diploma, un curso en particular, algo que demuestre que mis pinturas tienen una raíz cierta y certificada de una comisión competente.
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