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La mujer que aparece en esta obra representa el deseo de los días por venir, la esperanza en que aquello que hemos realizado hasta el día de hoy se verá reflejado el día de mañana. La sonrisa en su rostro es prueba de las ilusiones que ella espera sean cumplidas. Su vestido blanco simboliza la inocencia con que mira ese futuro distante, mientras que la maleza oscura alrededor de ella refleja la incertidumbre del mundo en que se desenvuelve. La burbuja que está mirando es ese futuro incierto que se mueve de manera aleatoria, algunas veces acercándose y otras alejándose y que puede desaparecer en un instante; por eso, esa burbuja se encuentra de manera deliberada fuera del marco que es la realidad en que ella existe. Las flores, fuera también del tiempo en que ella existe, expresan un posible futuro donde sus expectativas y deseos se han cumplido. La ardilla en la parte inferior es una alegoría de ella misma, intentando alcanzar esa burbuja efímera, que es el mañana.
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México
