© Todos los derechos reservados
Acrílico, tinta y barniz sobre lienzo de 30x40cm.
Esta pieza, de mi colección "ART-COACHING, el arte que transformará tu vida", trata sobre el auténtico significado de este cuarto mandamiento que nos ha dejado el desarrollo personal.
De la construcción de una buena personalidad se desprende no solo el saber entender y perdonar aquellas faltas o carencias que nos transmitieron nuestros progenitores (recordemos que hay estudios que nos alertan de que más del 80% de las familias son disfuncionales). Sin ese perdón y su consecuente sanación emocional no es posible ascender, progresar y disfrutar plenamente.
La mayor muestra de amor y respeto hacia nuestros padres y ancestros es dignificarlos siendo mejores que ellos. Esta debe ser nuestra muestra de amor y gratitud.
Ver más información de Pablo de Fuenmayor Mateu