© Todos los derechos reservados
El momento de quietud y de extrema ternura con la luz de una tarde de verano.
Mi hijo José acariciaba a uno de sus gatos, fue lo que me motivó a comenzar este trabajo, quise compartir con el espectador ese instante en el que las caricias son las que hablan y el silencio y el amor de José a su mascota, su fiel amigo, son los auténticos protagonistas de la obra.