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Origen alude al principio de la capacidad humana para sacar provecho de la naturaleza y al mismo tiempo respetarla y amarla, a su inteligencia, su capacidad creativa y de comunicación.
También a la capacidad de amar y compartir. Origen en un sentido amplio, de nuestra cultura ancestral, de nuestros medios como seres con infinitas posibilidades de vivir, gozar y pasar por el mundo. Se quiere expresar la armonía entre el hombre, la naturaleza, las creaciones humanas y su conocimiento. Por eso la danza de la pareja en un paisaje imaginario y agreste, pero con una sencilla y útil fuente, creada para hacer brotar el agua junto al arroyo, y el jarrón con resonancias griegas arcaicas, fruto del esfuerzo, la paciencia, el oficio y la capacidad creadora del hombre. Creación divina y creación humana. El hombre y la mujer en su absoluta intimidad, disfrute, despreocupación y armonía, danzando según esquemas clásicos, pero con una aproximación vital que hace que las sombras proyectadas se toquen.
Colores directos y vivos, imaginados, pero evocadores. Directos y envolventes, que evitan la necesidad de excesivos artificios. Se quiere llegar a la plenitud y pureza del cuerpo, el entorno y el espíritu, en una búsqueda constante del origen.
Pinto profesionalmente desde hace dos años. Ahora me dedico a ello a tiempo completo.
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