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Las vacas son muy agradecidas en el arte. Sus colores son fáciles de identificar y evocan una vida rural. En este cuadro quise jugar con las formas, haciéndolas parte de diferentes objetos a la vez, y con las distancias, haciendo visible al pastor que siempre está detrás del rebaño. A pesar de su abstracción, quise mantener los elementos representados claramente identificables.
En la pintura he utilizado acrílicos de gran viveza cromática y gran resistencia al paso del tiempo, evitando el uso de barnices que pueden amarillear con el tiempo. Los bordes laterales están pintados para satisfacer también a aquellos a los que les gusta exhibir sus pinturas sin enmarcar.
Siempre he tenido vocación por las artes gráficas. En mis inicios fue la pintura y el dibujo , luego la fotografía y las imágenes realizadas por ordenador (imagen 3D, fractales, edición de imágenes), y recientemente he vuelto a la pasión de mis inicios, la pintura y el dibujo. En este camino he aprendido muchas cosas de las distintas disciplinas, como la composición, el color, la luz y la sombra, la textura o la geometría, que ahora utilizo para crear mis obras.
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