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Obra única. Tintas sobre papel de 350gr.
Aparece el dibujo de un simio de perfil mirando hacia la derecha, a la izquierda se observan crines, plumas y cabellera representativas de los chamanes, en determinadas culturas el mono es considerado como un tótem protector. Figura con la que se identifica a Dios.
Aparece con la boca abierta y en su base una paloma como símbolo de expresión hacia la paz, la palabra pues dicha con dignidad y respeto será una puerta abierta hacia la derivación de la actuación correcta.
El personaje representado tiene un aspecto guerrero, pero no es un guerrero convencional sino un guerrero que lucha por la paz y la coherencia en las conductas humanas.
Triángulos, cuadrados y líneas curvas forman parte de su estructura.
El triángulo supone el equilibrio, la actuación en conexión con el ser interno.
El cuadrado representa la conexión con la tierra. Supone la comunicación con los pies en el suelo que ayuda a elevar el espíritu. El saber relacionarse con el entorno, familia, trabajo, amigos, relaciones en general, ayuda a elevar la consciencia.
Las líneas curvas suponen los cambios que realiza el personaje para alcanzar un grado evolutivo superior.
En su cerebro se observan cinco caballos similares a los de un tablero de ajedrez que están en relación con los cinco elementos básicos: tierra, aire, fuego, agua y metal.
El cosmos vendría a ser como un tablero de ajedrez en el que los caballos están identificados con el ser humano. Dependen de su actuación que haya armonía en la realidad de la tierra.
El caballo de ajedrez es la única pieza del tablero que se mueve con diferencia del resto de las piezas, de hecho haciendo un movimiento en “L” consigue llegar hacia todas las piezas que están a su alrededor en su radio energético circundante, sintetiza su avance mediante la actuación de la mente, la mente subraya la diferencia en el resto de seres con vida y debe utilizarse tan solo para avanzar más rápidamente hacia la evolución de toda la humanidad.
En la base del cráneo figuran dos caballos representantes del fuego y el agua que conectan con la energía cósmica y la transmiten a los de tierra y aire situados en la región occipital.
El caballo de fuego simboliza el amor, el de agua las emociones, el de aire, el espacio, la libertad y el de tierra se nutre de todos esos elementos para su actuación. El fuego necesita del aire para existir. Fuego y aire serían las partes más sublimes del ser humano: amor y libertad. El agua, las emociones es lo que nos permite crecer en la materia. El ser humano somatiza sus emociones y puede llegar a enfermar si no comprende lo que sus estados anímicos le informan, escuchar porqué se siente de una u otra manera le da la clave de la salud. A través de los estados anímicos comprende lo acertado o desacertado de sus conductas y tiene la llave de la salud o la enfermedad. Forman parte de su libre elección y de la conexión con su sabiduría, querer escuchar los mensajes de su espíritu a través del propio cuerpo. Por tanto, estos cuatro caballos estarían interrelacionados.
El caballo de metal simboliza la parte más oscura del ser humano que es necesario transmutar. Es creado por sus actuaciones erróneas . El agua, el fuego y el aire ayudan a la transmutación y todo incide en el caballo de tierra, es decir de las actuaciones del hombre en su entorno.
El dibujo en sí viene a ENFATIZAR la importancia de “trabajar” nuestro CÍRCULO RADIAL, de hecho todo lo que necesitamos hacer para nuestra evolución personal está a nuestro alrededor, no necesitamos trasladarnos e irnos lejos a no ser que la misma vida nos empuje a ello, la honestidad del mono en parte reivindica el hecho de restringirnos a ese espacio, después serán los personajes que nos rodean los que deberán amplificar el contexto trabajando su propio círculo, extendiéndose así progresivamente…. Todo es gradual, no podemos propagarnos de forma acertada apuntando hacia un lugar más lejano, es pues importante ayudarte en primera instancia a ti mismo, consecuentemente a tu propia familia empezando por pareja e hijos y extendiéndote después hacia el resto de familiares o amigos por orden de prioridad en el espacio y cuando todo eso esté resuelto posiblemente logremos amplificar nuestro radio con personajes más alejados. No tiene sentido pues ayudar por ejemplo a una ONG si tienes a tu familia en algún aspecto desatendida, o por ejemplo llegar a hacerte político si en tu propio hogar o en tu círculo de amistades tienes conflictos no resueltos, siento que se debería observar uno mismo y su entorno para llegar a ejercitar ciertas labores en las que muchos súbditos entrarán en juego en consecución con tus actuaciones, no son secciones distintas las que estarán a tu cargo sino consecutivas. Como símil serviría el observar lo que ocurre cuando tiramos una piedra al lago y ver como se propagan la ondas de forma consecutiva, así mismo deberíamos de trabajar nosotros, con un orden, observando la ley de la misma naturaleza que nos sirve para tomarla de ejemplo.
También hay que tener en cuenta que en general el ser humano actúa por MIMESIS, por tanto si un individuo trabaja para instalar la paz podrá ser imitado por otro y éste a su vez por otro hasta llegar a la transformación social a través de la individual.
Vendría a darse una incidencia en el inconsciente colectivo haciendo consciente en primera instancia las actuaciones individuales para repercutir en las grupales.
La figura del mono por lo tanto constituiría un todo cósmico que funciona de manera armoniosa de acuerdo a la voluntad divina en el que estaría integrado el proceso evolutivo del ser humano. Dicho proceso se basaría en las acciones desde su libre albedrío y la fuerza y conexión interna con esa voluntad cósmica para salir de los condicionamientos de aprendizajes erróneos.
"EL CENTÉSIMO SIMIO"
"En la isla de Koshima de Japón, a mediados de los años 50 unos científicos estaban estudiando el comportamiento de una especie de simios "macaca fuscata". Se alimentaban de batatas sin lavarlas, las colocaban directamente en la boca todavía llenas de arena y suciedad.
Un dia una joven simia descubrió que el sabor de ellas resultaba mucho mejor lavándolas en el rio.
Ella pasó a mostrar el logro a otros, quienes al lavar las batatas también sintieron que era mejor así.
En poco tiempo todos los simios aprendieron a lavar y comer las batatas en esa forma.
Se observó que en el otoño de 1958, cuando 100 simios dispersos por toda la isla estaban lavando las batatas antes de comerlas. en ese mismo instante, en una isla vecina, lo simios de allí ESPONTÁNEAMENTE comenzaron a lavar sus batatas antes de comerlas.
Es decir SE LLEGÓ A UN NÚMERO CRÍTICO "X" que de algún modo generó una VIBRACIÓN sutil QUE ALCANZÓ LA OTRA ISLA porque la transmisión de la enseñanza no fué a través de cualquier otro medio.
Todas las islas próximas de repente, se volvieron una fiesta de simios lavando y comiendo batatas"
(Ken Keyes Jr)
"Los científicos desarrollaron teorías para tratar de explicar este fenómeno, pero aquellos que entienden el efecto de la relación directa de la conciencia sobre la materia pueden comprender que un número "x" de entidades que está haciendo exactamente la misma cosa crean un campo que puede afectar a la colectividad.
Basta que tú seas un agente de transformación y estarás haciendo tu parte".
(Ken O´Donell)
La observación científica del centésimo mono viene a reivindicar la importancia de ejercer una actitud positiva para el bien personal y de la colectividad.
Si mejoras tu vida y otros te observan imitando tu conducta, será fácil propagarla para el bien de la humanidad.
Ten presente esto, todo empieza por UNO, la luz existe, la oscuridad no, LA OSCURIDAD ES SOLAMENTE LA AUSENCIA DE LUZ.
Esta es una importante carta de transformación personal. Invita a tomar consciencia de todos aquellos patrones de comportamiento que nos desunen y separan de la esencia. Conectar con la fuerza y voluntad cósmica que nos libera de ellos y en consecuencia del sufrimiento.
Todo lo que necesitamos para nuestro progreso espiritual está en nuestro radio de acción. Personas, enseres etc. son aliados en nuestra evolución, sean cuales sean sus actitudes. Los cambios vienen mediatizados interior y exteriormente por nuestras actitudes, palabras y pensamientos.
Es importante no adoptar la postura cómoda de que son los demás los que han de cambiar, sean personas o sistemas. No despreciar o minimizar lo que cada individuo puede realizar por sí mismo y la influencia que puede ejercer en su entorno. Un pequeño gesto, incluso una sonrisa pueden beneficiar en cadena. No reprimas cualquier gesto en la vida cotidiana que pueda transmitir paz.
La transformación personal depende de uno mismo y de la voluntad de implicación. Cuando se da un auténtico compromiso interno las actitudes se pueden transmitir con autenticidad desde el ejemplo de formas de vida que penetran subrepticiamente en el inconsciente creando nuevos patrones más hábiles para la convivencia. Se trata de crear nuevas improntas que transmitan dicha.
(C.Luelmo/M.Reverte)
Mercedes Reverte nace en Barcelona en 1964. Es autodidacta, a pesar de haberse formado en el estudio de la pintora Teresa Farrés. Es miembro activo de Firart en sus inicios y realiza diversas exposiciones individuales en FNAC, EMD de Valldoreix, Antigua estación de RUBÍ, Versión Original, etc.Se gradúa en Psicología en el año 2016 y se especializa en Autoliderazgo y Conducción de Grupos, Estimulación Cognitiva y Psicoterapia breve estratégica. Todo ello le permite cambiar la visión actual del Arte, puramente contemplativa por una visión de comprensión.
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