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En el lapso en que la Luna se desplaza hasta el primer cuarto en fuego, solo la mitad de su cara está iluminada mientras que la otra permanece invisible a nuestros ojos, con lo cual el equilibrio está asegurado. Sin embargo, para el elemento fuego no es suficiente. Esta fase genera un fuerte impulso de avance que te permite alcanzar situaciones ventajosas; estimula el deseo de ganar. Es momento de aceptar un reto emocional para saber quién eres en verdad.
Desde temprana edad desarrollé una conexión con el mundo espiritual, que con los años, me instruí en una variedad de disciplinas holísticas y complementarias. Escritor e ilustrador con orientación espiritual. Instructor y facilitador espiritual. Oriundo de Córdoba, Argentina.
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