Pinto como otra forma de darle un sentido a la vida.
No sé si tengo un estilo propio. Me aburre hacer siempre lo mismo por eso exploro todas las posibilidades.
Hay días que los colores y las texturas se parecen a un experimento científico en la búsqueda de la expresión de los sentimientos de ese momento, entonces seguramente surgirá del taller una obra abstracta. Y otros en los que simplemente me permiten ver el mundo con los ojos de un niño.