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Porque es cierto, a veces lo nuestro parece un destino. Y ¿quién puede enfrentarse a lo que está escrito?
Bueno, de niño el dibujador conocía unas gomas de borrar, grises, feroces, que se llevaban la tinta por delante; ras-ras-ras, la tinta ... y el papel si te descuidabas. Entonces, si nos cegamos en borrar con furia, podemos hacer un agujero. Podemos romper la hoja sobre del "cuaderno de deberes" de nuestra vida. ¿No sería eso peor que dejar atrás "un rastro". Vale, no nos pondrán siempre un "sobresaliente" en "limpieza" o "presentación", pero peor sería no escribir nada para así NO ECHAR NUNCA UN BORRÓN.
Llevo impresa la luz fría de una mañana de marzo en la alta tierra castellana. He aquí una manera adecuada para un artista de decir que nací en un pueblo soriano, hace ya, ¡ uy, bastantes años !
Sin embargo, es poco lo que permanecí allí y los avatares de la vida me han depositado en Madrid, de donde también soy y ya para siempre.
No tengo formación especial, o mejor dicho, académicamente seguida. Unas temporadas con un pintor madrileño, un paso por la Escuela de dibujo ...
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