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Mis lágrimas el valle inundan
fluyendo en incesantes oleadas
con infinitos reflejos de luna.
El sufrido lago de mi corazón
sus ondas implacables oprimen
en fieros surcos de desolación.
¿Cuándo morirá el deseo de besar tus labios?
¡Muerte! ¡Ven a mí!
¡Dame tu paz! Ayúdame a olvidar!
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