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Paisaje de la isla de la fe, el vendedor de velas es, sin duda, un personaje de importancia secundaria. Observa con cuidado, sin embargo, revela una fascinación y un valor digno de relieve.
Cada año, desde tiempos inmemoriales, a principios de septiembre, durante la gran fiesta en el pueblo reaparecer.
Casi no quieren ser confundidos con los vendedores de dulces, siempre eligió la esquina de la calle es habitual fuera de la plaza y el clamor del festival.
Con discrezione poggiava sul muro un vecchissimo trespolo dalla quale pendevano le candele e si sedeva li accanto.
Estaba tan inmóvil, hierático, como una persona que, consciente de su papel, no debe asumir actitudes de las circunstancias.
Desmotado un rosario compuesto respondió a saludar a los transeúntes.
Difíciles de capturar a alguien que utiliza para detener
Pedir una gracia de la santa, o para recibirlo, siempre ha sido muy íntima.
El dolor usualmente no ostentan nada, vivimos con profunda modestia.
El vendedor de velas que ha leído un montón de sufrimiento en sus rostros que su labor como mediador de la esperanza había juntos.
Este es quizás el secreto de su solemnidad.
Efisio Mario MONNI, Piccamolas en el arte, nació en torno a mediados de los años cincuenta a Perdasdefogu, italiano aldea en el sudeste de Cerdeña, donde vive y trabaja. Artística autodidacta esculpe durante años cuando la pasión por el trabajo y la familia compromisos lo permitan. Aunque también se ocupan de otras formas de expresión de plástico, de cerámica, en particular, ha sido hasta ahora principalmente a colaborar con la talla en piedra de socorro y tuttotondo. Ha participado en...
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