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Quedó atrás la esfera dorada pero los restos de su energía se hacen sentir...
Una última mirada a aquel paisaje me hace pensar en la brevedad de cada momento y en la hermosura de su presencia. Así cada día es especial,es diferente, es nuevo, porque simplemente podemos ser y expresarnos. Podemos elegir embellecer nuestros días para compartir belleza con quienes nos aprecian.
Gracias, Bettina.
De niña crecí en contacto con la naturaleza, la exploración y la libertad eran los motores de mi inspiración. Como todo niño aprendí jugando, soñando y afortunadamente riendo y ensuciándome con arena y tierra. El agua me hablaba, aún hoy lo hace. Mi primer amor fue la naturaleza, ella me ha contenido en mis desahogos y en mis inquietudes ha dado respuesta, le ha dado expresión a mi alma y luz a mis sentidos.
Hoy no soy una artista profesional, más bien me aboco día a día a la salud...
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