Hoy sentado a la orilla del mundo bebiendo un litro de oro licuado.
Mañana cantando boleros sobre una cuerda tensada a diez metros del infierno... del infierno.
“Malo” como dice una madre ofendida como el sorgo o la plaga que mata en cuaresma siempre detrás de los ojos de un niño que se fuma un cigarro mientras arde su escuela destruida aburrida...