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Somos humanos. Hombres y mujeres nacemos iguales, es la sociedad la que nos cambia. Nos convierte en el murmullo que espanta a los oídos ajenos... Finalmente acabamos transformados en la zozobra de una condena por la sociedad y con la voz callada.
...Mi expresión se plasma en cada trazo...
Me queda poco tiempo para dedicarme a pintar...pero transmitir conocimientos y revalorizar las corrientes artísticas de todas las culturas me completa como ser humano sensible.
No admito la copia...Tengo la convicción que si ofrecemos las herramientas, cualquier persona, puede inventar un vocabulario propio para expresar su arte\".
Alejandra Cabrera
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