© Todos los derechos reservados
La belleza del paso del tiempo en las texturas oxidadas de los pedazos de un viejo barco que fue destruido en uno de los terremotos más fuertes de la historia (9 º en la escala de Richter), pasó en el sur de Chile en 1960. Angelmó, Puerto Montt.
No para la venta.
Una tarde monótona y gris en que me aburría, mi imaginación, aparentemente molesta por ser ignorada, se tomó unas vacaciones… y nunca volvió. Había perdido lo que el poeta Wordsworth llamó mi “mirada interior”. La había perdido o dejado por ahí en algún lugar del mundo... Ver más información de Cristián Hugo Contreras Delgado