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El conocimiento se concentra, se expande y se diluye; se manifiesta, se esconde y desaparece; por intereses comunes y por temas similares y complementarios. El conocimiento nace, crece y muere. Lo importante es tenerlo al alcance para ofrecer soluciones a problemas concretos. Las organizaciones que controlen la producción de conocimiento y la conversión del saber tácito en explícito serán las que sacaran provecho de la gestión del conocimiento.
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