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El tres de agosto de 2002,bien lo recuerdo yo,caminaba por la estación del Metro Garibaldi;esa estación es grande,pues es de transbordo con otra línea y pasa mucha gente por allí.Y caminaba despreocupadamente y con una gran resaca,era sábado a las tres de la tarde y de pronto la vi.Ella venía caminando hacia mí,era una persona de la cual estuve locamente enamorado y muy mal correspondido.Mi primer impulso fue hablarle y decirle que me daba muchísimo gusto verla...pero recordé que ella no quería saber nada de mí y me quedé parado,viéndola alejarse.En ningún momento me vió.Aquella noche me emborraché y pinté y en plena obnubilación báquica me pregunté :¿Pues que soy el Demonio para que ni siquiera un saludo pueda brindarme?
Tiempo después pinté este cuadro,en el cual me represento como el Demonio,pero un demonio niño,bien vestido y travieso que mira al objeto de sus amores alejarse sin siquiera notar que la observan.Y es que todos esos recuerdos,de quella doncella,han dejado desde hace mucho tiempo de significar algo para mí.Pero afortunadamente los plasmé en este cuadro,pues si no,lo más probable es que sería una telaraña oscura en mi vida.Y olvidar,eso sí qué es grave...Lo siento,ahora,por ella,que era adorada y nunca se enteró.
Nací en la ciudad de México.Estudié en varios lados como el CEA y la ENAP,pero siempre he dicho que más que escuela,yo tuve maestros.Y estos son mis tres maestros a quienes debo todo en la pintura:Rosario Durán,Javier Anzures y Edgardo Kerlegand.
Desde mis inicios,hace trece años,la figura humana es la temática principal en mi obra.Añado algunos elementos por el valor plástico que les confiero.Me gusta trabajar con temáticas sórdidas y tristes,pero también la alegría y la felicidad...
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