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En el siglo VI al XIX, después de cristo la cultura Maya había llegado a su cenit, rodeada de Dioses, chamanes y mandones.
Los sacerdotes; llamaban al pueblo a que se acercaran a sus Dioses, muchas veces teniendo que ceder a que el hijo ( niño) fuera sacrificado con honras divinas para toda la familia.
El niño elegido; situación que honraba a la familia era en esas festividades, vestido como un Dios. Y cuando estas pasaban, toda la familia orgullosa, iban a dejarlo al templo y su Padre se encargaba de llevarlo ante los sacerdotes que terminaban sacrificándolo.
Una época en que, los hombres estaban esclavizado por los mitos y ante una cruda realidad con los ritos.
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