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En el verano del 84 viajé a India, en una época en que no había tarjetas de crédito ni telefonos móviles. Todo mi equipaje se redujo a un par de mudas y a ese buda que me traje en la mochila.
Soy seguramente uno de los pocos pintores del mundo que pintan en la postura del loto. ¿Porqué? Porque esa es la postura en la que practico zazen desde hace casi treinta años. El zazen me llevó a conocer el arte japonés, la caligrafía y la pintura sumi. La influencia del arte Zen está presente en mi arte, pero el impresionismo es hoy día mi forma de pintar. No necesito maestros, soy autodidacta. La técnica se aprende sola, el genio se lleva dentro. El genio sale cuando se produce la gran...
Ver más información de MIguel Angel Leon Abarca
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