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-Guapa,quien no fuera aire para poder acariciar tu pelo. ¿Qué haces esta tarde?.
-Lo siento, no puedo.
-¿Pero, porqué?
-Padezco una enfermedad que, desde donde tu estas, ahí en lo alto, se podría denominar: paralaje en el corazón. Tu sufres un paralaje que distorsiona tu realidad y yo, mira, yo padezco del corazón.
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