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Guillermo González Pérez es su nombre y no sé si su apodo de "Minito" le viene de niño como un apelativo alterno a Guillermito o por su fama de ser un gran cantante de tangos. Ya mami me había hablado de esta faceta de abuelo, pero fue hace un par de meses visitando al maestro Oviedo cuando salió a colación su amistad con él. "Nadie cantaba un tango de Gardel como Minito" (de hecho entre sus amigos le decían "Gardelito"), me dijo entonces y hasta hicimos el propósito de visitarlo pronto. Aprovechando que estuve en Sierra de Bahoruco, al pasar de vuelta por Cabral me detuve junto al Viejo Panta para saludarlo y pedirle la bendición.
Esta es una de las fotos que le hice durante mi visita, mientras se balanceaba en la mecedora mirando la televisión. Siempre elegante, aún erguido a pesar de los años, impecablemente vestido con su pantalón y chacabana de mangas cortas y su pelo peinado hacia atrás y su acento de españolito que nunca perdió.
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