Las obras de Paco Sanz desprenden un realismo asombroso,y un tanto inquietante.Sus trazos retratan a los toros con la eficiencia de una cámara fotográfica y el lirismo de una poesía.La nobleza del poderoso animal queda plasmada en cada uno de sus lienzos,al igual que la soledad del torero cobra sentido.Todo acompañado por una ingente multitud desenfocada,en le que las caras pierden su sentido humano,convertida,así en un común de espectadores deseosos de disfrutar de la maravilla o ser...