Una puerta vieja de madera, con el encanto olvidado del uso, enmarcada con mampostería desgastada de gran colorido. Las flores contrastan como elemento rejuvenecedor y alegre.
Tomada en Taxco, Guerrero, México.
Diseñador de profesión encuentro en la fotografía y las artes visuales un medio de expresión que me permite integrar la realidad con mi mundo interior. Quiero comunicar la belleza de lo inanimado, lo viejo, lo abandonado y el esplendor del paisaje, las construcciones rurales y la sencillez de la vida fuera de las grandes urbes.
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