Flores de membrillero japónico acompañadas por dos hormigas en macro sobre un fondo de hiedra.
La aspiración de Guadalupe Alonso es hacer un arte de la realidad que no soslaye la realidad. Aunque esto parece una tautología, no lo es. La realidad tiene sus propias puertas en forma de trampas, por donde uno la abandona sin darse cuenta de que lo que pisa ya no es terreno firme. Nada hay que ayude tanto a mantenerse en ese terreno de la realidad, y que evite por tanto caer en la ilusión, como un esfuerzo moral que para el pintor ha de partir de un sentimiento máximo de la dignidad de...
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