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Los seres humanos somos sociales por naturaleza, y en muchas ocasiones buscamos pretextos para reunirnos unos, con otros, y estar en compañía. Uno de esos pretextos sociales puede ser tomar un café. Pero una taza de café no puede contener y unir a las personas hasta un nivel de profundidad considerado. Las relaciones pueden llegar a un nivel de estrechura que necesite algo más que una taza de café. Colmamos la taza y acabamos derramándonos, y al final siendo gotas que caerán sobre algún suelo, a la espera de que una fregona nos reuna con otras gotas de agua sucia, se nos vierta al inodoro, y acabemos siendo filtrados por una depuradora. Y así limpitos, estemos listos para acabar en el inmenso mar. (Primer trabajo realizado con café). Técnica: Café sobre Papel
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