Veo los monumentos
de antigua piedra rota,
pero si toco
la cicatriz de piedra
tu cuerpo me responde,
mis dedos reconocen
de pronto, estremecidos,
tu caliente dulzura.
Si supiera pintar ilusiones
las haría de mil colores;
un verde para esperanza,
un azul para las sonrisas,
de blanco teñiría la paz,
y de amarillo la alegría.
Expresaría con rojo al amor
y tierno rosado a las chicas,
el recreo de muchos tonos;
con sabor a fresa en almíbar,
y la amistad, ¡si! la amistad;
con trazos cadente pintaría
de color agua marina.
A mi maestra de sutil oliva;
porque me enseña y me aviva,
al colegio con visos naranjas
como el alba de las...
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