Código: ARTEBF24Semana Black Friday: 10% en obras originales sólo hasta el 01/12, envío gratis
© Todos los derechos reservados
La calidez de las manos de Errtu atravesaba su jergón de plumas improvisado, le resultaba increíble la delicadeza que aquella bestia podía mostrar mientras la transportaba hasta Luzbel, el señor del averno.
La inmortalidad había arrebatado la humanidad que antaño albergaba su corazón, demasiados años ha que Rochel abandonó el reino terrenal y ganó sus alas, ahora y tras pasar la locura del limbo, había decidido no ver más, no estaba segura del brío de su cordura si llegaba a contemplar el abismo. -“No te preocupes servidor de la bóveda, Luzbel mi señor ha ordenado que se te den las comodidades necesarias para hacer posible el encuentro”- Errtu terminó sus palabras haciendo una profunda reverencia y ofreciendo sus gigantescas manos frente a Rochel. Al ángel se le revolvió el estómago, no podía creer que, después de tantos años de guerra ahora su señor la obligara a mediar en el primer pacto entre ángeles y demonios. Era necesario, no paraba de repetirse para si misma… La humanidad ha llevado la obra de su señor a los límites y se encuentra en los albores de una nueva era, la humanidad debe sucumbir.
El calor se intensificó si cabía y se volvió sofocante, Rochel sintió que Errtu se derrumbaba sobre sus inmensas rodillas, el golpe que dio el demonio en el suelo levantó nubes de ceniza que inundaron las fosas nasales del ángel que sostenía en sus manos. De rodillas Errtu estiró sus brazos, Rochel oyó una risa que se acercaba y poco a poco se iba convirtiendo en carcajada.
-“Abre los ojos Rochel, esclava del paraíso”- estas últimas palabras parecían haber sido escupidas en vez de pronunciadas –“quién diría ahora, que tú, brazo del castigador, has sido azote de demonios durante largas eras… Ahora no pareces más que una niña que se asusta de la oscuridad.”- Su voz era grave, como el raspar de dos piedras y Rochel casi sin poder resistirlo abrió los ojos; intentó mostrar una mirada desafiante a quien desde el principio de los tiempos había sido su archienemigo, pero cuando vio la naturaleza de su verdadero enemigo no pudo más que abrir sus ojos como dos platos… en contra de todo lo aprendido, en contra de todo el conocimiento, Luzbel era una criatura bella.
Pedro Cárdenas Patino: Nacido en El Puerto de Santa María (Cádiz) el 26 de Septiembre de 1981.
Nunca ha recibido educación artística asi que todas sus cualidades como dibujante provienen de forma autodidacta.
Desde muy pequeño se interesó por el dibujo , siempre fue su mayor afición, ya se dedicaba a hacer comics sobre sus profesores en sus años como estudiante, mas tarde realizó algunos proyectos para tatuajes por encargo, siempre de manera desinteresada.
Gran...
Ver más información de Pedro Cárdenas Patino
No encuentras lo que buscas. En artelista te inspiramos