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Envueltos en las brumas del sueño, los girasoles se dirigen su mirada a diversos lugares, escudriñando la verdad del durmiente, representando la luz que abre sus ojos a un interminable insomnio de verdad. Algunas càndidas florecitas aùn acompañan a los insoportables girasoles, como residuos de un pasado falaz. Estàn diseñados para ser ubicados en diversas posiciones sin que se arruine su composiciòn vegetal.
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