© Todos los derechos reservados
El rostro inicialmente fue pintado por completo y luego cubierto exactamente por la mitad con negro, para dar un efecto realista de una mirada auto-clausurada. Esto representa una metáfora de como no nos conocemos como personas a nosotros mismos y que inclusive llegamos al punto de ignorarnos existencialmente.
Ver más información de Alberto Decé