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Aquel sueño fue la revelación definitiva de la futilidad de mi vida y mi existencia, y que dejó en suspenso mi ánimo durante varios días. - - - Fue un sueño tan nítido e intenso que perduró mucho tiempo en mi memoria hasta el punto que decidí materializarlo en un cuadro antes que se perdiera en el éter con las cenizas del olvido. - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - \" A MIS CENIZAS LECTORAS \" (Recuerdos de un sueño) - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - \"Leyendo estaba en la playa, aquel verano del 2002, cuando al levantar la vista, en una pausa de la lectura, para ver el estado de las olas antes del apetecido baño, y mirando al cielo, apareció aquella nube rosa que se materializaba en forma humana lectora y enmarcada en una arquitectura etérea que poco a poco empezó a deshacerse ante mis ojos, sin poder evitarlo y angustiado pues me había reconocido en aquella nube de ceniza que se deshacía ante mi vista. - - - Aquellos etéreos pentágonos giraban lentamente y lo desmaterializaba todo. Comenzó estallando la cabeza; la forma lectora parecía resistirse y se iba mutando cada vez más pequeña en los pentágonos concéntricos, hasta que finalmente desapareció dejando una pequeña reverberación en el aire con forma de libro abierto que también desapareció. - - -
Bajando la vista, el paisaje parecía enmarcado por una irreal arquitectura porticada; reconocí el reloj, pues era uno de los hitos de mis paseos a la
orilla del mar acariciándome las olas, cuando no iba hacia el faro. - - - Volví a mirar al cielo y ya nada se apreciaba de aquella visión. Sólamente se veía a intervalos el brillo de las últimas cruces, forma y brillo que las cenizas tomaban antes de desaparecer definitivamente, como átomos ionizados con carga positiva. - - - Mirando en torno mío, la actividad de un día playero continuaba sin novedad: niños jugando y gritando haciendo pozos en la arena, gente paseando a la orilla del mar, muchachas embadurnando de crema protectora sus hermosos y morenos cuerpos \" . . . cuando desperté todavía brillaban en mi cerebro aquellas crucecitas blancas. . . (fin)
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