Los blancos troncos de los abedules inconfundibles entre los grises troncos de los pinos.En otoño se transforman en dorada luz en lo más recóndito del bosque.Un espectáculo el cambio de tonalidad de sus hojas que recoge esta bella pintura.
La aspiración de Guadalupe Alonso es hacer un arte de la realidad que no soslaye la realidad. Aunque esto parece una tautología, no lo es. La realidad tiene sus propias puertas en forma de trampas, por donde uno la abandona sin darse cuenta de que lo que pisa ya no es terreno firme. Nada hay que ayude tanto a mantenerse en ese terreno de la realidad, y que evite por tanto caer en la ilusión, como un esfuerzo moral que para el pintor ha de partir de un sentimiento máximo de la dignidad de...
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