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Para esta obra, Montuy escribió el poema que sigue:
Soy artista y el dolor humano me es
Ajeno.
No me importa que por luchas libertarias
en cárceles cuartelarias, desfallezca el
hombre.
Soy artista, y a mi genio
sólo incumbe la gloria
y sus beneficios.
No que el oprobio
y la bota
tiñan de sangre.
Soy artista y a mis lauros
críticamente santificados,
jamás, el agrio olor del sudor del hombre
que trabaja duramente
empañarán su brillo en límpidos salones
como éste.
En fin, que siendo artista,
tengo derecho a escoger entre
un mundo sucio en el que el hombre se debate,
(lucha
inútil en el quehacer humano)
y un cielo propio, en donde cara a cara,
pueda mirarme en igualdad de planos,
con aquel que todo lo construye,
en un cielo en donde nadie
llegue, pretendidamente
a llamarme hermano.
En el cielo sin rubores, sólo dos:
El Dios supremo
y mi egoísmo…
(Aunque abajo,
el arte que rescata al
hombre, desfallezca.)
Montuy nació en Frontera, Tabasco, México, el 25 de octubre de 1925. Desde pequeño mostró gran interés por la lectura y el dibujo , pero se topó con la oposición de su padre, un empresario macuspanense del jabón, por lo cual decidió autografiar sus primeras obras, como León Montuy y... Ver más información de Daniel Montuy Ponce
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