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¡AY, QUIÉN ...!
Pues en esto que achantado por los últimos calores, el dibujador va y buscando sombra, y da con esto.
"La quilla de un barco parece, así mirado", se dice el dibujador. Y sin embargo es un edificio. Para ser más exactos, la esquina del edificio anexo al edificio del Congreso (con sus leones -fuera-), Carrera de San Jerónimo arriba. Este anexo se construyó, para alojar los despachos, oficinas y demás de sus señorías). Un prodigio de la modernidad y con una estética que al dibujador personalmente siempre le hace mirarlo cuando pasa (poco) por allí. Así, que aquel día, provisto de la cámara como iba (y previo permiso pedido a la autoridad) pues eso, que "¡clic al canto!"
Y fue luego (o incluso justamente en el momento en que tomaba la instantánea)que se le vino a la mente al dibujador el recuerdo de aquella canción que cantara una gitanilla descalza representando a España en un festival de Eurovisión. Como era tan en los primeros 80 de aquella canción sólo recuerda el estribillo; que decía justamente :
"¡Ay, quién maneja mi barca, quién!,
ay, quién maneja mi barca, quién!"
... etc, etc, ...
Este recuerdo no hizo sino sobresaltarse al dibujador al pensar ahora que o aquella gitanita tenía "poderes" -o los tenía su madre-, o una "bola de cristal", o vete tú a saber; pero parecía que de tan lejos, ya las viera venir.
El diseño del honorable edificio, anexo como decimos al aún más honorable que dos leones guardan, le hizo ver al dibujador no una barquita, sino más bien la proa sólida (?), desafiante (?), de una nave, un transatlántico por lo menos ... , el cual no se sabe bien quién o qué lo maneja.
Sin embargo, con tan afilada proa el dibujador no pudo sino pensar que cualquiera que sea la fiereza de la mar, hay lugar a la esperanza. A ver si en cuanto doble -la nave- el último cabo de hornos, va y enfila un "mar de la tranquilidad" y todo acabe siendo una especie de "vacaciones en el mar" en lugar de un "hundimiento del titan-lux".
En cualquier caso, al dibujador esa gallarda punta-proa-mástil, le da mucha confianza !
Llevo impresa la luz fría de una mañana de marzo en la alta tierra castellana. He aquí una manera adecuada para un artista de decir que nací en un pueblo soriano, hace ya, ¡ uy, bastantes años !
Sin embargo, es poco lo que permanecí allí y los avatares de la vida me han depositado en Madrid, de donde también soy y ya para siempre.
No tengo formación especial, o mejor dicho, académicamente seguida. Unas temporadas con un pintor madrileño, un paso por la Escuela de dibujo ...
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