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Una pequeña muestra del caos en que nos sumergimos cuando nos subimos a la web...
Todos subimos y bajamos de la Web, muchas veces con un propósito definido, otras simplemente por curiosidad o aburrimiento. Ella nos recibe siempre encendida de gozo porque sabe que le traemos alimento. La Web se nutre y crece gracias a nuestros datos, imágenes, chismes o errores involuntarios con los que siempre se queda después de nuestras visitas. Esas partes nuestras que depositamos en su espacio intangible aumentan la masa de tejido informe e invisible que todo lo saben que todo lo conectan. Eso es la Net, pedacitos nuestros paseando por sus entrañas atrapados en sus hilos. Una red que crece y crece sin cesar aumentando su poder sobre nuestras voluntades. La web nos atrapa volviéndonos dependientes de ella y nos engaña con espejismos de otros que la visitaron, haciéndonos creer que están con nosotros y llenando esos vacíos existenciales tan reales como invisibles que todos tenemos dentro nuestro. La Net nos contiene mientras paseamos por ella, pero también nos chupa, alejándonos de lo real para quedarse ya no sólo con pedacitos de nuestro inconsciente sino también con nuestro cuerpo, que va dejando de ser pegado a su pantalla siempre encendida, quedando enredado en ese caos virtual.
Cuando pinto siento que si solo pongo color, algo falta en lo que quiero transmitir. Al ponerle textura a mis obras la sensacion es tan liberadora y de plenitud que simplemente me siento transportada hacia un lugar donde puedo expresar mi escencia a pleno.
Mi asignatura preferida es la escultura, por eso mis cuadros ademas de color tienen textura o agregados de otros materiales tipo colagge o bien son directamente murales.
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