© Todos los derechos reservados
Tras la observaciòn de manchas de color y sus formas indefinidas sobre este lienzo, descubro en ellas 5 imágenes masculinas, y al pintor Dalì, en su juventud, portando paleta con pinceles, sobre su mano, en la parte derecha, donde se halla mi rùbrica.
En este mismo lado y de abajo hacia arriba, encuentro 2 rostros superpuestos, que evocan a antiguos payasos, -uno de ellos, con pipa de fumar, que a su vez ejerce de ojo para otra figura-, y que se entrecruzan por su parte màs alta, con las otras dos caras, -que pueden traernos reminiscencias de personajes circenses- y que se visualizan con la horinzontalidad del cuadro, quedando mi firma a la derecha. Desde esta misma posiciòn, finalmente vislumbro, un extraño busto redondeado de ojos saltones y trazos de distintos colores en la zona de la mandìbula, que simulan prominentes labios, y que podrìa corresponder a un hombre de apariencia humanoide.
Queda aquì matizado pues, lo que considero he visionado, por debajo del nivel de mi
conciencia, al dictado de mi subconciente. Pasando desapercibido al campo de mi conocimiento el sentido de la obra, y dejàndolo por tanto, a la libre interpretaciòn del psicoanalista o de cada cual individualmente.
Ver más información de Gustavo Lòpez-Cobo
No encuentras lo que buscas. En artelista te inspiramos