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Una noche de rayos y truenos se me apareció un personaje extraño exigiéndome que le pintara un retrato. Al principio creí que era un extratrerestre, pero después comprendí que se trataba de una de mis alucinaciones, y a que desde que mi páncreas se ha declarado en huelga no puedo comer lo que me gusta, ni siquiera mantener relaciones sexuales ni ver una simple peli porno. Supongo que por esta razón, mis celulas cerebrales se dedican a gastarme esta clase de bromas.
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