Aquí vemos una plaza de toros cuya corrida nos resulta poco común. Los protagonistas de la escena resultan imaginarios; salidos del baúl de los juguetes. El público envuelto en una sombra nocturna lleva a cabo su propia fiesta. El personaje femenino que destaca en la imagen, es quien grita, apasionada por la faena ejecutada. El capote del torero monociclo ha sido sustituido por el anzuelo que mueve hábilmente el personaje desde su cabeza.
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